jueves, 26 de junio de 2014

Arraigando

Ahora os dejo con la secuela de "el experimento", como os prometí.

El experimento (2ª parte)

Me desperté tumbado sobre el suelo frío como el hielo.

Era un ambiente oscuro y empecé a notar poco a poco un dolor punzante recorriendo mi cabeza y mi espina dorsal. El sabor salado de la sangre comenzó a llegar a mi boca ¡MI SANGRE!

¿Qué hago aquí?
¿Por qué sangro?
¿Quién me ha hecho esto?
¿Qué actos son los que han provocado que lo merezca?
Tantas preguntas...

El dolor empezó a agravarse hasta que se volvió insoportable. Era tan fuerte que me hizo agonizar, chillar, retorcerme por el suelo. Parecía una tortura sólo ideada por una mente sádica y tan perversa como la misma esencia del mal.

Divisé una silueta a lo lejos. La ira me impulsó a arrastrarme con las uñas hacia aquella misteriosa figura. Permanecía serena, me contemplaba y parecía complacerle mi situación; esbozaba una terrible y maquiavélica sonrisa. Mi primera reacción fue de rabia, estuve a punto de arrancarme el filo clavado en mi espalda y arremeter contra él, pero pronto me di cuenta de la presencia de otra silueta, la cual se acercaba sinuosamente hacia la primera.

Intenté avisarle, me aferré a su pierna pero no conseguí articular ni una sola palabra, sabía que la muerte estaba cerca. ¿Dónde estaba de lo que todo el mundo hablaba?, ni luz al final del túnel, ni juicio final de un ente superior; solo una oscuridad más densa que la ya reinante, que se apoderaba de mí y me consumía lentamente.

Levanté el brazo y seguidamente me desplomé. Es probable que aquel hombre haya sufrido mi mismo destino, ¿por qué yo?, tan solo intenté salvar a mi asesino.

Esto me hizo reflexionar, aunque de poco me sirve ya.
Los sentimientos benevolentes de las personas son algo extraordinario que se opone ante cualquier adversidad.
El dolor humano provoca dolor a la humanidad, pero para este experimento era neceserio... por el bien de la humanidad... POR EL PROGRESO.

martes, 24 de junio de 2014

Feria del libro 2014

Tras una semana del fin de la feria del libro, y habiendo visitado ayer el parque del retiro (que se ha quedado huérfano sin ella) nos gustaría contaros la experiencia que hemos tenido este año 2014, y que la disfrutéis tanto como lo disfrutamos nosotros.
Para mí, que he pasado más tiempo en la feria que en mi casa, ha sido una experiencia verdaderamente enriquecedora. Los escritores nos acogieron con sonrisas y no tuvieron ningún reparo en pasar tiempo con nosotros (las editores no fueron menos).
El primer día, pese a que estaba muy nerviosa (y gracias a que mi madre le hecho un par de h* y me presento a todo el mundo como ‘‘su hija la escritora’’) hablé con gente como Javier Reverte, Lucia Etxebarria, Pedro Santamaria, T.F Famux, Pilar Eyre o Juan Antonio ysuapellidodelquenuncameacuerdo, y todos pasaron largos ratos contándome sus rutinas y dándome consejos: corregir lo que se escribe, que es mejor la tercera persona, que me apuntase a cursos… Además comencé a hablar con editores y a meter la cabeza en todo este mundillo, para llevarme una grata sorpresa al descubrir lo majo que era todo el mundo.
El segundo día, que fuimos tanto Sempiterno como yo, decidimos echarle más morro y, aprovechando que no había casi gente por ser martes, hablamos sobre todo con editores, y nos llevamos alguna que otra pista de las buenas. Conocimos a dos escritores, Carlos Santiago (majísimo, que me está ayudando mucho vía facebook, y cuyo libro además tiene una temática muy original, Grimonio: las crónicas de Claudia, para el que le interese), y Luis Cellá.
El tercer día y ya, con la confianza de los dos días anteriores y de haber hablado con más de treinta personas (como comprenderéis es imposible resumir todo en esta entrada), conocí a un par más de editoriales y a varios historiadores que me ayudarán con mi última aventura literaria.
En resumen ha sido una feria maravillosa, que a mí personalmente me ha servido, entre otras cosas, para darme cuenta de que esto no es un sueño imposible y que la gente de este sector que ya considero mío es fantástica.
La experiencia de la feria se la recomiendo a cualquiera, el ambiente es maravilloso y sirve para pasar un día maravilloso y entretenido. (Para aquellos escritorcillos como nosotros, ya subiremos alguna entrada con un resumen de todos los consejos).

La feria 2014 puede llevarse un 9 muy merecido de nota.

Fdo: LAlighierina

Recomendamos a todos los aficionados a la escritura que se acerquen los próximos años a la feria y que no tengan miedo de acercarse y hablar con los escritores, decidles vuestras preocupaciones literarias, no os defraudarán y os llevareis consejos y una experiencia muy enriquecedora. Merece la pena, sobre todo si vais con algún amigo que escriba tan bien como LAlighierina.

Saludos.
 Fdo: Sempiterno.

viernes, 20 de junio de 2014

Nada es lo que era.

Las princesas ya no necesitan caballeros anónimos para que las salven. Ellas mismas se ponen la armadura, cogen las armas y se lanzan a matar a los dragones. Los villanos ya no son la encarnación misma del mal. Ya no hay nadie a quien culpar a ciegas de todo. Los personajes simples evolucionan llenos de luces y sombras, y nuestra infancia se desdibuja entre matices grisáceos. El malo no es tan malo. El bueno no es tan bueno. Nada es lo que era.
La sociedad ha cambiado los papeles en dieciséis años, lento como el agua dejando un surco en la piedra. Nada es lo que era.
Blancanieves mata a la reina y la despierta el cazador, Maléfica adora a la Bella Durmiente y la salva de su maldición, y la Bruja del Este solo es mala porque Oz el mago la rompió el corazón.  Los cuentos avanzaron con nosotros, maduraron con nosotros y ahora muestran un mundo que antes no veíamos.
Un mundo más complejo y enrevesado en el que al final…
Nada es lo que era y 

todos son los que nunca fueron. 

miércoles, 18 de junio de 2014

Llama extinta

Hoy la noche esta serena, las estrellas brillan con una luz especial, aquella que solo tú eres capaz de contemplar.

Toda luz del firmamento acompaña tu mirada y, así, el esplendor del día da paso al brillo platino de la noche.

Todo reflejado en ti:
Luz pálida, ilumina al rostro pálido.
Fuego del crepúsculo, enciende su ser.
Ascuas del ocaso, que tu pasión sea la suya.
Cenizas del anochecer, permitidme observar su inmaculado cuerpo, permitidme sentirlo, permitidme abrazarlo... una última vez. 

jueves, 12 de junio de 2014

Olor a platano y violetas.

Lanzo el nuevo mp3 contra la esquina de la mesa y agarro el discman de la estantería. Cojo el primer CD que alcanzo y me tumbo en la cama. La caratula muestra un mono, o un gorila, o algo por el estilo, subido a un poste eléctrico. Le doy al play y una música metálica y estridente comienza a sonar. La batería marca un ritmo lento y monótono, de notas graves, mientras que la guitarra me rompe los tímpanos con notas rápidas y agudas. El humo de la barrita de incienso que arde sobre el escritorio, se extiende por toda la habitación, impregnándola de una fragancia a plátano y violetas. Siento como mi cabeza se embota mientras cierro los ojos, y me sumerjo en un mar de notas de color morado.

El humo me envuelve, me llena los pulmones y me ciega. La habitación se desdibuja a mi alrededor, sumida en una espesa niebla blanquecina. La cama flota sobre el vacio, como mecida por las olas, y el balanceo me hace abrir los ojos mareada. Me levanto, poniendo los pies sobre una superficie fría y resbaladiza como de baldosines de consulta médica, pero que no veo bajo los pequeños dedos de mis pies. Camino por la habitación y me siento como Alicia cayendo por el agujero, la silla rosada estilo vintage de mi cuarto flota pegada a un techo que se resquebraja y mueve, como nubes de pladur. Me guio por el olor a caramelo y avanzo a ciegas hasta la habitación contigua. Parece haberse hecho de noche, de repente, como si una bandada de cuervos hubiese escondido el sol. En medio de la habitación, una mecedora que no recuerdo, se balancea suavemente, chirriando con cada movimiento. Sentada encima hay una muchachita de cabellos dorados, con un vestido sencillo de color negro, de manga larga y que llega hasta sus pies. Me acerco. En el regazo reposa una pequeña cría de león que se lame la pata.
Con cada paso que me acerco, descubro algo que antes no había visto; Puede ser tal vez que no fuese una muchacha tan joven, las arrugas enmarcan sus ojos, y que el pelo que antes parecía dorado, ahora sea plateado. El león baja de un salto al suelo y veo que no es una cría, sino un macho adulto que pasea orgulloso alrededor de su dueña. La luz cambia y ahora su piel parece ir pegada al hueso y demacrarse cada vez más. El orgullo del león desaparece cuando cae al suelo como una simple mata de huesos y polvo. La dueña, ahora convertida en un esqueleto andante, agarra una de las zarpas esqueléticas del león muerto, y la acaricia. Me acerco lo suficiente como para ver las cuencas de sus ojos vacios y oler el caramelo antiguo que sale de su aliento.
Despierto justo cuando la guadaña improvisada me rasga la mejilla.

Entre canción y canción escucho el timbre, me quitó los cascos y oigo como alguien llama insistentemente. Mamá ha debido de salir. Me lanzó escaleras abajo con el discman enganchado a mi cadera y botando con cada paso, y los cascos al cuello enredándose en mi pelo. Grito un <<Ya voy>> y abro la puerta con una sonrisa.
Demasiado tarde para huir.

Ya solo queda el olor a caramelo rancio. 

domingo, 8 de junio de 2014

Volviendo a mis raices

Como la inspiración me está siendo esquiva estos días, he decidido ofreceros, a vosotros, lectores, un pedacito de mi alma, algo muy importante para mi. Os quiero mostrar, en mis dos próximas publicaciones, los primeros relatos que escribí hace ya cinco años.
Los copiaré tal y como los escribí por aquel entonces para que no pierdan nada de su esencia, así que no os espereis una depurada técnica literaria. Espero que os gusten.

El experimento

Se despertó en una habitación tenue. La oscuridad se apoderaba de su mente, al igual que del siniestro lugar en el que se encontraba.

Yo le observaba desde lejos, me complacía ver cómo agonizaba, cómo se retorcía en el suelo por ese insufrible dolor que le consumía, cómo su sangre se derramaba por las paredes y no podía hacer nada para evitarlo.

Se empezó a acercar a mi lentamente arrastrándose con las uñas por la superficie pulida, mientras dejaba un rastro rojizo a sus pies.

Hay que ver lo cobarde que es la mente humana cuando se trata de la supervivencia, cuando está en la línea que separa la vida de la muerte...

Cuando llegó hasta mí pensaba que iba a pedir clemencia, que cesara el dolor que le estaba matando; pero lo que hizo fue aferrarse a mi pierna para incorporarse, de tal manera que pudiera ver su rostro; esos ojos rojos bañados por la sangre, esas uñas resquebrajadas por el esfuerzo, las gotas que caían de su cabeza ocultando la blanca superficie, sentía su aliento entrecortado en mi pierna, resultaba  increible que siguiera con vida.

Solamente hizo un gesto, señaló al infinito, antes de desplomarse sobre mis pies.

Un escalofrío y un pinchazo penetrantes recorrieron mi espalda sumiéndome en una oscuridad que me empezaba a nublar la vista...

miércoles, 4 de junio de 2014

Gajes del oficio.

Se escapan las palabras, trastabillando por el teclado. Los dedos no logran alcanzarlas, y cuando parece que una frase comienza a coger sentido y una imagen bella aparece en el papel, los puntos deciden ponerse en huelga y las comas montar una manifestación, las vocales cogen un día de asuntos propios y las consonantes montan una acampada. Finalmente el microrrelato queda desarmado por completo, y no da ni para escribir un monosílabo de tres letras con las que finalizarlo. Aunque por otra parte, como tampoco hay cómo empezarlo, no es un gran problema. 

domingo, 1 de junio de 2014

Hablemos de filosofía

“Toda buena idea se debe tener al aire libre”-Friedrich Nietzsche
Haciendo caso a esta frase del gran filósofo alemán, antes de escribir mis relatos me aventuro a contemplar el mundo. Cuanto más observo a las personas y las oigo hablar, me voy dando cada vez más cuenta de la infantilización de las mentes humanas, su capacidad de simplificar cosas que poseen más profundidad de la que ellos serán jamás capaces de vislumbrar.

El pensamiento es en gran parte un producto cultural, así que no vamos a culpar a las personas; pobrecitas, no pueden pensar por si mismas. Después de este sarcasmo (puede que innecesario) continuo.
No hay que ser un genio para darse cuenta de que lo más valorado en esta sociedad es, inconscientemente, lo que la propia sociedad quiere que valoremos. No me refiero a paradigmas aparentemente importantes, pero bien pensados insulsos, como la diferencia entre el bien y el mal, lo que viene siendo la ética. Todos esos problemas éticos tienen una solución demasiado sencilla como para perder el tiempo siquiera pensándolos. Yo quiero ir más allá, yo quiero hablar de la filosofía.

La mayoría cree que los grandes filósofos de la historia son grandes genios, que no pueden estar equivocados, o que la ideología que plantean es, cuanto menos, pensable. Y aunque la filosofía sea madre de la ciencia y del pensamiento crítico no se paran a hacer un análisis reflexivo y crítico.

Si analizamos el recorrido histórico de la filosofía vamos viendo como ideas aparentemente simples como la idea del mundo sensible se va trastocando cada vez más desde el mismísimo Platón, perdiendo su carácter útil que, por ejemplo, poseía la filosofía estoica. Así, esa idea del mundo sensible se fue difuminando a lo largo de los siglos, dejando ver la triste y desesperante existencia humana como realmente es, carente de esperanza; de ahí la tendencia del hombre a inventarse mundos imaginarios más allá de la muerte y del poder creciente de las creencias religiosas: hacer vivir el tedio de la vida con una esperanza que jamás podrás comprobar.Es entonces cuando empezó la verdadera decadencia humana.


Con esto lo único que pretendo es hacer un llamamiento a la racionalidad y a la crítica, y como dijo un gran autor: “El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea de reparar el daño hecho.”- William Shakespeare.
 

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